Hace una semana que terminó y nosotros teníamos enormes dudas acerca de escribir sobre del último LIF WEEK, también continuamos con lo mismo y hasta ahora nos sigue pareciendo muy pretencioso, lo cual podría ser bueno si tuviesen fundamentos para serlo, pero definitivamente no lo vemos así, sentimos que los organizadores han encontrado una forma de parasitar el trabajo de los diseñadores para satisfacer las ansias de un grupo de gente que pretende saber de moda (sobre todo bloggers y medios de espectáculo) y eso quizás sea lo más contraproducente para los diseñadores que participan, los cuales deben hacer un enorme esfuerzo solo para ser evaluados por un pequeño círculo que lo hace además con poquísimo criterio y desde la perspectiva de autocolocarse dentro de un circuito que se va cerrando cada vez más. Basta leer los comentarios y notas de la prensa para darse cuenta de que solo por cuestiones de amistad o conveniencia se alaba y se da amplio espacio a algunos y a otros casi no se les nombra o simplemente se revisa su trabajo como un trámite más.
Nos llama la atención que la marca ESCUDO haya ganado el Premio de Barrington con una colección tan pobre, tanto en diseño como en confección y acabados, se puede innovar incluso con una molderia simple y no se debe fallar de forma tan notoria en el armado de mangas y cuellos, sobre todo en prendas tan sencillas, La inconsistente construcción de los modelos de tela plana nos dice que a lo mejor Chiara Macchiavello, debería seguir experimentando con el tejido de punto que es lo mejor que pudimos ver en su presentación, no entendemos a que se debe tanta de la cobertura mediática que se dirigió hacia ella antes y después de su desfile.
Lo mismo ocurrió con Mozhdeh Matin que sacó a la pasarela una conjunto de prendas que no sabemos cómo calificar, leímos por ahí que una blogger hablaba de esta colección como una serie de piezas y desarrollos textiles que todo el mundo (ella incluida) iba a correr a comprar cuando se lanzará al mercado, y del desfile como si se tratara de un bien logrado Happening… De verdad hay que ser dueño de un criterio muy escaso y ser muy amiga (o enemiga) de la diseñadora para escribir una cosa como esa… Pobrísima la colección, básica y sin mucho sentido de conjunto, no tenemos un solo comentario rescatable.
De la mayoría de los otros participantes no podemos decir mucho, más de lo mismo en casi todos los casos y poco bueno que ver, colecciones muy planas y desaciertos por montones, hasta la presentación de Jessica Butrich nos dejó interrogantes, Gerardo Privat va dando tumbos y si bien esta colección nos pareció mejor que las anteriores, ver las mismas blusas y entalles de siempre nos resultó extremadamente aburrido. Qué podemos decir de Noe Bernacelli, su repetitiva propuesta ya está caducando y es fácil darse cuenta de que los diseñadores internacionales de los que toma tantas “referencias” están en otra cosa.
Entre lo bueno que pudimos ver, las marcas como BASEMENT o KUNA llegaron con propuestas bastante más enfocadas, quizás el hecho de ser empresas que tienen el soporte necesario las hace más efectivas y llegan a presentar colecciones por lo menos bien logradas. De entre los diseñadores, nos gustó lo de Omar Valladolid que es nuevo en el LIF WEEK pero de ninguna forma es un desconocido, sabemos que es muy constante, determinado y de hecho se arriesgó mucho más que la mayoría de los presentes en el evento, eso nos parece destacable, el trabajo de acabado de las prendas nos indica que maneja procesos industriales y nos gustaron sus piezas construidas con superposiciones de telas planas y de punto, nos pareció que la colección hace referencia a varias películas de ficción y nos gustó su sencilla presentación en pasarela para evitar elementos que distraigan del look total de los modelos.
Alessandra Petersen también nos entregó una colección interesante que combinaba piezas de telas planas con prendas de tejido de punto muy bien trabajadas, dentro de una colección que rompió la monotonía con la mezcla de texturas y la introducción de contrastes de color. El conjunto se vio bastante bien y la evolución del desfile mantuvo el interés de los que lo vieron.
Si bien las comparaciones no son agradables es inevitable hacerlas, el nivel de los invitados internacionales en relación a los representantes locales fue notorio, sobre todo con la colección de la marca española ETXEBERRIA que fue una muestra de cómo hacer bien las cosas, llamando la atención con un buen trabajo técnico y de diseño. Personal y a su vez internacional.
La moda es una industria cultural y en otros países eso lo tienen bien claro, no se trata gastar el dinero en glamour o fantasía sino de invertir en una actividad basada en la creatividad pero que tiene un enorme impacto en sus economías, por eso se debe promover el talento nuevo pero acompañado de la producción y difusión de sus ideas. Creemos que los organizadores no se han dado cuenta de que sin buenos diseñadores no pueden hacer ningún evento y en especial este que no tiene una bien definida dirección hacia un medio artístico o comercial.
La rotación de participantes y ausencias de algunas de las diseñadoras mas profesionales como son Sitka Semsch y Ani Álvarez Calderón en esta edición, nos dan muchos datos sobre hasta qué punto el evento sirve como plataforma y de cuál es la ventaja real de participar cuando los agentes que intervienen y cubren los desfiles no tienen ninguna influencia efectiva en el público o empresas que puede consumir sus productos. No estaría demás que ya se vayan preocupando por el crecimiento económico y comercial de los diseñadores que participan, no sirve de nada que vayan a presentarse a otros países cuando nadie les compra las colecciones o no hacen contacto para producir sus prendas o accesorios.
La moda es una industria cultural y en otros países eso lo tienen bien claro, no se trata gastar el dinero en glamour o fantasía sino de invertir en una actividad basada en la creatividad pero que tiene un enorme impacto en sus economías, por eso se debe promover el talento nuevo pero acompañado de la producción y difusión de sus ideas. Creemos que los organizadores no se han dado cuenta de que sin buenos diseñadores no pueden hacer ningún evento y en especial este que no tiene una bien definida dirección hacia un medio artístico o comercial.
La rotación de participantes y ausencias de algunas de las diseñadoras mas profesionales como son Sitka Semsch y Ani Álvarez Calderón en esta edición, nos dan muchos datos sobre hasta qué punto el evento sirve como plataforma y de cuál es la ventaja real de participar cuando los agentes que intervienen y cubren los desfiles no tienen ninguna influencia efectiva en el público o empresas que puede consumir sus productos. No estaría demás que ya se vayan preocupando por el crecimiento económico y comercial de los diseñadores que participan, no sirve de nada que vayan a presentarse a otros países cuando nadie les compra las colecciones o no hacen contacto para producir sus prendas o accesorios.
Hagamos una lista de todos los que han participado hasta ahora y veamos cómo están en comparación a cuando empezó el evento, eso sería un buen indicador de si está funcionando o no para evaluar qué cambios se pueden hacer para que no solo ganen quienes lo organizan.
MEA