Ya hace un tiempo nos dimos cuenta de que la sutileza no funciona, por eso aquí va nuestro recuento de lo que no nos gustó del 2016.
GAMARRA
En los últimos años la producción del sector confecciones ha ido cayendo en el Perú de manera sostenida, eso debido a diferentes factores que van desde las malas políticas del Estado para incentivar las exportaciones y promover el desarrollo y la innovación en este sector hasta la incapacidad de los empresarios de adaptarse a las nuevas formas de producción y gestión en las empresas textiles y de confecciones de acuerdo a los cambios de la polaridad en la economía mundial.
Un ejemplo claro de los alcances de esta situación crítica es el que podemos ver en el Emporio Comercial de Gamarra en donde la informalidad y el desorden, a todo nivel, han retraído por completo el avance sostenido que presentaba hasta hace unos años. Lejos de prepararse y hacerse más competitivos, los empresarios de Gamarra no han logrado organizarse de manera efectiva perdiendo la batalla contra las importaciones de los productos chinos y la llegada de las grandes empresas de Fast Fashion que ofrecen mejores diseños, atención y servicios (no podemos decir que productos), por lo cual sus ventas anuales se redujeron casi a la mitad entre el año 2011 y el 2015 (de 1,500 millones a 800 millones de soles).
En vez de trazar nuevas estrategias todo ha ido en retroceso; no mejoran la calidad de los materiales o la confección, copian sin control y no proponen diseño, es cada vez un ambiente más inseguro, insalubre y sin ningún control de riesgos. Ya lo habíamos comentado antes y no vemos indicios de recuperación, no podemos apoyarnos solo en el Estado y pretender que las instituciones son las únicas responsables cuando los actores justamente no lo son.
FLASHMODE
El Festival Flashmode, organizado por la Alianza Francesa, fue en algún momento uno de los pocos espacios para la promoción de los nuevos talentos del diseño en el Perú pero lamentablemente ha perdido mucha fuerza y su última edición, presentada luego de una pausa de dos años, se vio opacada por la mala gestión y varias irregularidades. No entendemos por qué la Alianza Francesa le entregó la organización del concurso a Genaro Rivas, que no tiene la suficiente experiencia, credibilidad ni tampoco resoluciones temáticas coherentes como para crear alguna para el evento, quizás por eso las bases tuvieron que ser cambiadas y la convocatoria ampliada, además la elección del tema y la explicación que se publicó en las bases dejan mucho que desear; si alguien nos puede aclarar qué quiere decir esto, realmente estaríamos agradecidos.
El tema de la Edición 2016 del XI Festival Flash Mode es “Transgrediendo códigos (En busca de la juventud perdida)”.
Todas las propuestas de los jóvenes diseñadores deberán abordar en forma exclusiva este tema. Las ciudades cosmopolitas y los nuevos hábitos de vida que traen estas, demandan gustos exigentes y transgresores en el diseño de moda, que permiten singularizar a los ciudadanos del mundo. El diseño trastoca la realidad y se traslada a espacios imaginarios, donde la ficción y los sueños definen más que los trazos. La androginia, el futurismo, el juego y las nociones y técnicas de las artes y la fotografía son apropiados para construir un universo que escapa a cualquier racionalidad cotidiana. Hay la posibilidad y el riesgo de que el espectador sienta que ha perdido la cordura o el “buen gusto”. El espectador deberá quedarse cavilando si es moda, creación, arte o absurdo.
Fuente: BASES-DE-PARTICIPACIÓN-FLASHMODE-2016.pdf
Por otro lado, viendo a los seleccionados no entendemos la relación entre las propuestas presentadas y este “concepto”, lo que se vuelve más evidente todavía en el caso del ganador cuya propuesta efectivamente era la mejor resuelta en cuanto a la confección y los aspectos técnicos pero que realmente estaba llena de detalles que ya hemos visto muchas veces y que no transgreden nada; esta propuesta del diseñador Guillermo Von Kollmann se podía armar fácilmente con prendas que encontramos buscando sin mucho afán en la internet o en algunas tiendas que ya hay en nuestro medio. No vamos a seguir enumerando más detalles porque lo expuesto nos parece suficiente y nos deja más que cavilando.
PAOLA GAMERO
Este año Paola Gamero se presentó por primera vez en el LIF WEEK y para nosotros no lo hizo con buen pie, se nota que le falta mucha experiencia y que no ha llegado a concretar su estilo ni conocimientos, en las dos colecciones que ha mostrado los errores de corte y construcción son muy notorios y es evidente que todavía tiene muy poco manejo o no sabe dirigir a la gente que trabaja para ella, hay demasiadas fallas en el trabajo de corte, en el entalle y en las costuras básicas. Sus ejes temáticos también demuestran una gran ingenuidad (eso es lo que queremos creer) pues no se articulan con lo que uno puede ver en la pasarela.
Entendemos que un diseñador aproveche las influencias o el marketing para tratar de darse a conocer pero su producto debe ser igual de efectivo que sus estrategias, es evidente que la encargada de sus relaciones públicas, Giannina Loyola, ha hecho un excelente trabajo colocando su nombre en prensa y promoviéndolo como se debe hacer con un cliente pero es necesario ser sincero para también ayudarlo a crecer y que al final la fama ganada sirva y no sea solo una burbuja.
EL COMERCIO - PREMIO LUCES
El Premio Luces de El Comercio no es precisamente un galardón de primer orden pero sí es un referente porque lo presenta un medio de prensa con mucha historia y credibilidad en nuestro país; por eso no entendemos cómo, luego de cubrir y ser Media Partner del LIF WEEK, nominan de una forma tan irresponsable la primera colección de Paola Gamero como una de las mejores del año cuando hay otros diseñadores con propuestas más desarrolladas e interesantes en todos los aspectos; eso nos parece una falta de respeto y se desdice de los objetivos de estas premiaciones que es incentivar la excelencia en todos los campos del trabajo creativo que pretenden celebrar. No entendemos tampoco cómo pueden ser socios de una organización y cubrir un evento cuando es evidente que no tienen gente preparada para hacerlo y emitir una opinión que ayude a mejorar el trabajo de quienes ahí se presentan.
COMITÉ DE SELECCIÓN - ORGANIZACIÓN LIF WEEK
Este comité está en nuestra lista de Lo Peor del 2016 porque parece estar pintado, otro caso en el cual la mayoría de sus integrantes no tienen conocimientos para opinar y son llamados por el cargo que ocupan. Luego de la primera edición del 2016 eligieron a Paola Gamero para ser invitada; no es necesario nombrar y hacer comparaciones pero es evidente que de los tres diseñadores que se presentaron como nuevos talentos, su trabajo era el único que tenía varias deficiencias y lo peor de todo es que se anuncia su presencia en la siguiente edición como el resultado de una deliberación, dejando mal parados a los otros dos diseñadores de una manera sumamente injusta y muy poco profesional, queda bien claro que para ellos hay algo que pesa mucho más que el talento.
MEA