En este LIF WEEK de verano pudimos ver 13 desfiles, de los cuales 5 fueron colecciones de marcas y 8 de diseñadores; entre los primeros el desfile inaugural de Andrés Sardá nos sorprendió porque ver la presentación de una firma que produce y vende trajes de baño e interiores por lo general termina siendo algo un poco monótono, pero vimos un desfile atractivo y variado con prendas comerciales de muy buena calidad combinadas, en buen balance, con tocados y piezas especiales hechas solo para darle una atmósfera al desfile; así Nuria Sardá nos mostraba la colección preparada especialmente para celebrar los 50 años de la marca que fundó su padre.
Los otros desfiles de firmas como Basement, Moda & Cía., Kuna y Applauzi fueron simples y sin pretensiones pero fáciles de ver como intermedio de los desfiles de los diseñadores. La primera diseñadora que puso su colección en la pasarela fue Ani Álvarez Calderón; aquí nos hemos puesto de acuerdo sobre esta presentación, había un trabajo de confección y materiales de muy buena calidad, bordados en dorado y la impresión de una colección con detalles muy refinados, todo en colores pasteles muy suaves, pero al mismo tiempo había algo que parecía no estar en su lugar, piezas individuales y técnicas muy buenas pero que en conjunto no articulaban del todo.
Andrea Llosa ya nos había atrapado antes y esta vez lo volvió a hacer con una colección muy en su línea pero trabajada con bastante más color del que acostumbra, excelente la combinación de texturas llanas, telas con brillo y metalizadas, nos llama mucho la atención los largos que propone, la colección parecía hacer mención a elementos y siluetas de las décadas de los 40’s y 50’s pero a su vez la vimos muy contemporánea. Tuvo un excelente apoyo del estilismo, todos los accesorios ayudaron a crear una imagen general, el cabello recogido cubriendo las orejas y los moños insertados en cilindros metálicos junto con las vinchas de tela estampada nos dejaron una excelente imagen final.
Nos causó muy buena impresión la colección de Ana María Guiulfo, siempre apostando por la feminidad, el color y una estructura sencilla, lo que esta vez dio como resultado el uso de una hermosa paleta en telas y estampados que se veía muy consistente con la personalidad que le hemos visto en anteriores desfiles; no se notó la inclusión de las tendencias internacionales porque estaban bien integradas a su propuesta. Un vestido estampado en exceso con un pequeño lazo verde y otro con una falda corta voluminosa y un fajín en rosa muy pálido nos parecieron sus piezas más resaltantes.
La Mujer Privat volvió a sus orígenes de una manera demasiado literal, daba la impresión de estar viendo un desfile anterior, muy pocas colecciones para que un diseñador se quede en una fórmula, no queremos decir que haya estado mal pero haciendo un balance entre lo positivo y lo negativo, parece estar perdiendo su energía. Por otro lado, una casa de modas con un concepto tan meticulosamente trabajado, basado en la apariencia de un lujo exagerado no debería vincular su imagen con algo como el comentado vídeo que presentó antes del desfile; que la intención haya sido buena no está en discusión, la firma tiene sus motivos y por supuesto todo el derecho de querer asociarse a una causa como la de la Liga Peruana de Lucha Contra el Cáncer, pero hacerlo con argumentos tan poco creíbles nos parece un desatino.
Muy mala la dirección de arte, la narrativa y creemos que también el enfoque, demasiada impostación que da como resultado la impresión de que se manejó el tema con poca sensibilidad y sin un conocimiento real sobre el problema. La consecuencia entonces es que el video, más que ayudar desdice las motivaciones que la Casa Privat expresa en la carta abierta que publicó en su página de Facebook con motivo de esta colaboración.
La colecciones Prêt-à-porter y de accesorios de Noe Bernacelli fueron presentadas con el mismo buen gusto de siempre, prendas impecables, correctamente cortadas y confeccionadas nos hacen pensar que es excelente ver a un diseñador bastante joven que cuida tanto los detalles, los encajes, las transparencias y los colores podrían dar la impresión de tener en frente una colección clásica pero él le ha sabido inyectar el grado correcto de modernidad y juventud para convertirla en algo muy actual y sofisticado. Todas sus combinaciones nos parecieron precisas y el vestido final fue un regalo.
Creemos que a Claudia Jiménez le falta sustancia, una idea más clara de lo que quiere mostrar o de su postura frente al diseño, su desfile no estuvo mal pero le faltó la energía que da una colección bien lograda en su conjunto.
La propuesta de de Sitka Semsch ha dado un giro interesante, no hay duda de que técnicamente nada se le puede reprochar y hemos notado que sus diseños han cobrado una versatilidad muy refrescante; esta colección la vimos un poco monocroma pero también más relajada e impregnada de una sensación de agradable alegría. Tenemos que resaltar el trabajo de corte de los vestidos de telas muy ligeras y la correcta dirección de los cortes circulares de los volantes, buena la propuesta del estilismo que unificó todo con los sombreros y accesorios.
Para el final hemos dejado el desfile de Edward Venero porque en este blog sentimos un especial interés (o debilidad!!!) por su trabajo, nos gusta mucho que vaya en su propia dirección y su determinación de hacer las cosas a su manera, nos pareció demasiado espectáculo el de la apertura de su desfile pero igual nos volvió a sorprender con la música, la imagen gráfica y con su propuesta, hablando estrictamente de la ropa.
Los interiores estampados, el color, las prendas tejidas y los conjuntos de piezas tornasoladas y de aspecto metálico parecían ser muchos elementos pero el diseñador los manejó de forma óptima para obtener una colección visualmente interesante, los aspectos técnicos se basaron más en el estudio de las proporciones, el diseño gráfico, el estampado, los procesos de acabado y el desarrollos de los tejidos… Un enfoque distinto sobre el trabajo de un diseñador de modas.
MEA
