martes, 5 de enero de 2016

Comentario: LO PEOR DEL 2015


Este es el recuento más complicado y lo hacemos luego de muchas revisiones, ya hemos señalado lo que consideramos lo mejor del 2015 y pensamos que también es bueno hablar de lo que no funciona como la única forma de evitarlo en el futuro, entonces esperamos que para eso sirva.

Hablando estrictamente de varios diseñadores, nos da la impresión que la mala gestión de todos los agentes que estamos a su alrededor influencia negativamente el manejo de su trabajo, si para algunos las ideas están bien claras hay un buen numero que parece estar bastante confundido. Ya hemos comentado en un post anterior que hay que ser realista y si la única ventaja de presentar un desfile es la de lograr exposición mediática y ganar prestigio, sería mejor hacer colecciones más pequeñas y centradas que representen un buen balance entre lo creativo y lo comercial pero vemos que muchos diseñadores trabajan tratando de llenar expectativas de un público que no es el que les compra, la mayoría no vende lo que pone en la pasarela ni siquiera a sus clientes, sino que dan servicios de confección a medida de piezas que no tienen mucho que ver con sus propuestas, entonces no entendemos porque invierten tanto dinero y esfuerzo en armar colecciones tan grandes, dándole más importancia a la imagen que al buen diseño.

Ejemplo de esto en la última pasarela del año (LW 15.16) fueron los desfiles de Fátima Arrieta, que presento una cantidad interminable de vestidos de novia que evidentemente había completado pidiéndole piezas prestadas a sus clientas por lo que no podíamos ver un hilo conductor, demasiadas proporciones distintas en la presentación pero pocos elementos que rescatar, cortes muy básicos pero con gran cantidad de adornos, bordados y aplicaciones para cubrir un trabajo de corte y confección sin ninguna propuesta novedosa.

Lo mismo pasó con Ana María Guiulfo que mostró una colección muy plana, ya sabemos que le encanta pintar las telas, la música y el arte pero eso pasa a un segundo plano cuando la ejecución de las piezas es tan pobre y la propuesta general tan deslucida.

Por otro lado si hablamos de la “Casa Privat” la fantasía más notoria en su presentación fue esa en la que viven sus dueños desde que se fundó la marca, el desfile a cargo de la hermana de Gerardo Privat dejó mucho que desear, mal manejo de la composición y las proporciones, lo mismo en la elección de materiales, el corte y la confección, para nosotros es evidente que fue resultado del trabajo de alguien sin experiencia y que están más preocupados en aparentar un lujo que no representan.  Creemos entonces que es bien importante que sepan que su marca no es una CASA, que las piezas y accesorios que producen no han llegado a ser ICÓNICOS y que si realmente quieren que eso suceda, les falta mucho por hacer y aprender.

Otro diseñador con muchos problemas técnicos es Yirko Sivirich, en sus desfiles hemos notado que además del exceso y variedad de referencias que toma de otros tantos diseñadores, es muy poco lo que está bien construido, no sabe manejar los materiales que combina y hay muy poca precisión en su trabajo de confección. Entallar no significa que solo hay que ajustar la cintura en los costados o al centro de la espalda, hay que realinear las prendas y tener cuidado con la simetría, el tipo de cuerpo y las proporciones que se están proponiendo.

Si bien Noe Bernecelli supera a la mayoría de diseñadores en cuestiones técnicas y de confección sigue por la pésima dirección de trabajar imitando a otros, estamos seguros de que es perfectamente capaz  de entregar una propuesta personal y aun así mantener a su clientela por lo que de verdad esperamos que empiece a cambiar y se muestre más seguro de sus capacidades para diseñar.

Dicho esto nos parece increíble que sean tan pocas las voces que critiquen seriamente todas estas deficiencias en la prensa que cubre los eventos, que podemos decir de la mayoría de bloggers que a pesar de ver lo problemas y de comentarlos entre los desfiles y dentro de sus círculos de amigos, terminan escribiendo o haciendo notas siempre favorables sin darse cuenta de que eso realmente no ayuda, a nadie le gusta que lo critiquen pero estamos seguros de que un diseñador inteligente sacará más provecho un comentario que le haga ver sus errores que de uno que solo lo adule.

Por otro lado la COMISIÓN DE PROMOCIÓN DEL PERÚ PARA LA EXPORTACIÓN Y EL TURISMO (PROMPERÚ) tiene una oficina con un presupuesto asignado y personas designadas para planificar y proponer estrategias que mejoren e incentiven la exportación de productos y servicios en diversas áreas entre ellas la de la moda y los textiles, pero sus encargados dirigidos por Igor Rojas realmente están mostrando muy poca capacidad para trazar un eje conductor o formular plan de trabajo efectivo. A pesar de lo golpeado que estuvo el sector confecciones el 2015, cometieron el gravísimo error de postergar la fecha inicial programada para el PERUMODA, como sabemos las invitaciones cursadas a los compradores ya se había enviado y ellos que preparan sus agendas con mucha anticipación diluyeron su participación entre los desfiles y la feria misma que se realizó en una fecha posterior. Este tipo de desatenciones y errores no se pueden pasar por alto porque significan una gran cantidad de dinero y posibles negocios perdidos pero sobre todo, restan integridad a la imagen de un espacio que es de los pocos que tenemos en nuestro medio.

Tampoco entendemos porque siguen apoyando a diseñadores como José Miguel Valdivia, ellos son los únicos que lo promueven a pesar de que nunca ha mostrado algo realmente notable a nivel técnico o de diseño. Trabaja y se promociona apelando al hecho de ser becario y pasante de la Casa Saint Laurent en Francia pero de eso no tenemos ninguna demostración tangible en sus propuestas, su última colección “Fifty Shades of Blue” es una evidencia de lo que decimos por la falta de criterio creativo. Un diseñador profesional que quiere trabajar materiales que no conoce INVESTIGA, sobre todo en el caso del denim, que presenta una gama altísima de posibilidades y tratamientos. Esta colección en particular es tremendamente básica y carente de cualquier valor técnico o conceptual interesante (lo del nombre lo dice todo) pero aun así los señores de PROMPERU consideraron adecuado enviarla para ser expuesta en el EXPO PERÚ que se realizó en Corea el último mes de setiembre, nos preguntamos si no hay diseñadores que representen una mejor propuesta o que a futuro tengan mejor proyección. Esta colección especifica es la peor que hemos visto el 2015.

Lo más adecuado es que se empiece a hacer un seguimiento serio al nuevo talento y buscar diseñadores que puedan desarrollar una carrera creativa y comercial, las ayudas del estado por cualquier medio deben servir para permitir que la gente con talento surja y eso de alguna manera debe revertir no solo como imagen sino como futuros proyectos de desarrollo comercial y económico. Sería bueno que en PROMPERU se evalúe si lo que están haciendo en el caso del diseño funciona y si las ayudas que está dando realmente son las más pertinentes.

Por lo menos los organizadores del LIF WEEK ya dejaron claro que su intención es solo la de ser una vitrina, no nos parece lo más adecuado y responsable pero su posición es clara, desde ese punto de vista el evento cumple sus objetivos, garantizando la exposición mediática de los participantes sobre todo por su asociación estratégica con el Grupo El Comercio. Sin embargo pensamos que solamente serán un verdadero motor de la moda si ayudan a sus diseñadores a convertirse en verdaderas empresas y creemos que para ellos es perfectamente posible. Si para participar hay que pagar lo menos que se puede esperar es que entre el público se dé espacio a verdaderos periodistas de moda, compradores, editores, empresarios y promotores por lo que sería indispensable, para empezar, que la presentación se alinee con el calendario internacional, abrir las posibilidades de crecer dentro del mercado interno o de exportar realmente nos podría poner en el camino correcto y a falta de capacidad del estado de promover este tipo de planes el LIF WEEK debería convertirse en esa plataforma.

 MEA

1 comentario:

  1. En realidad los Diseñadores que tenemos se ganan su sustento dando servicio de confección a la medida, igual que una modista de barrio, pero ya que se han hecho de renombre, pueden cobrar más que la modista doméstica, usando mejores telas y bordados etc. Ellos no saben de proporciones,alineaciones,etc que se debe aplicar al patronaje de la prenda, y si lo saben ya se olvidaron porque lo que ellos quieren que la prenda le quede a la modelo a como dé lugar, igualmente todos, todos y lo digo con firmeza,los jóvenes que egresan de los institutos,lo mejor que saben es dibujar y no se atreven hacer sus moldes por temor,las profesoras o profesores que les enseñan, son personas que no salen al campo de la industria textil a renovarse o refrescarse . entonces que les pueden aportar a esos jóvenes, bueno tendría mucho más que hablar al respecto, pero aquí quedó.

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